En una agradable y tranquila tarde otoñal
el sol languidece dejándonos su luz
su energía nos ha envuelto y protegido
y nos ha regalado su esencia a cada uno de nosotros
pero ha llegado el momento de su último adiós.
A las policromadas nubes, testigos de este momento
se les encoge el alma, pues se apaga la antorcha de su vida
las montañas que han sido acariciadas por sus inmaculados rayos
y los pájaros que han calentado su cuerpo con su suave calor
se les llena de desconsuelo su alma por la triste y acongojante despedida.
Se va también la paloma tras las montañas aldeanas
recorriendo por última vez los caminos recuerdos de su niñez
La Plaza, El Convento, Castañeta y El Barranco
vuela en paz, con sosiego, y su alma blanca dice adiós
se despide de La Aldea, el pueblo que la vio nacer..
La paloma es mi madre que falleció el día de hoy.
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Foto Juan Antonio
La Poza, Pucón.
Chile