
Hoy hubo un día soleado, con mucho calor al borde del lago Villarrica. Pasaban las horas y nos preguntábamos que si se haría realidad el pronóstico del tiempo, del Servicio Meteorológico Nacional, que nos auguraba posibles precipitaciones.

El cielo azul celeste adornaba la espléndida tarde sobre el lago Villarrica. Los pájaros se divertían revoloteando y cantando bellas canciones de primavera. Sobre el lago aparecieron unas nubes bañadas de fuego que se iban desplazando en dirección a la ciudad de Villarrica.

De repente empezaron a escucharse los truenos que presagiaban la proximidad de la tormenta. La febril batalla estaba teniendo lugar sobre el lago en las proximidades de Pucón. El cielo se había vuelto oscuro. Las nubes color oro se transformaban con el paso de otras cargadas de agua, que buscaban el lugar adecuado para descargar su contenido. Los queltehues volaban al tiempo que chillaban insistentemente de forma escandalosa.




Finalmente la tormenta se desplazó hacia el interior de la Cordillera de los Andes permitiéndonos de nuevo observar el cielo azul celeste, decorado con unas nubes doradas por el sol.
Caía la tarde y nosotros seguimos disfrutando de este maravilloso espectáculo, uno de los mágicos momentos que podemos disfrutar en esta zona, decorada con plácidos lagos, montañas nevadas y un enmarañado bosque que es delicia de todos los que nos visitan.
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Fotos Juan Antonio
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6 Diciembre 2009